Un domingo de hace más o menos 6 meses yo estaba trabajando en mi casa. En ese momento estaba en un proyecto muy complicado y demandante y no podía descansar ni los domingos que se suponen que eran mis días de descanso.
Para colmo no me estaban pagando ya que no había entregado la comprobación del dinero de gastos. No quiero ahondar tanto en el tema, pero creo estaban siendo injustos por que yo estaba casi empezando el proyecto, el gerente de locaciones del proyecto era un desmadre y tenía todo desorganizado y la anterior coordinadora intentó dejar todo en orden pero como todo estaba mal desde la cabeza del equipo no pudo y tome la estafeta en medio del caos.
Yo lo intente y al final creo que lo logre pero para ese domingo en cuestión aún no veía claro. Tome el proyecto porque venía de una racha en la que ya me debían mis pagos de proyectos anteriores de más de seis meses y además no había trabajado en 4 meses. Así que no tenía nada dinero.
Y por más que intentaba hacer las cosas bien además del desmadre que ya había en el proyecto, tuve muchos errores al principio. Así que ese domingo en cuestión, que por cierto era el penúltimo domingo en que estaba contratada para el proyecto, yo me sentía muy mal. Estaba sola en mi casa llorando.
De repente recibí una llamada de la que había sido la anterior coordinadora, la que me dejo la estafeta. Yo al principio no le quería contestar por que no quería que me diera mas problemas con el proyecto. Ella, para ese momento, aún me seguía pasando pendientes de varias cosas que faltaban por hacer.
Pero no se por que conteste el teléfono y lo que paso fue que me propuso irme de su asistente para una serie que se hacia en Playa del Carmen. Ella iba a coordinar ahora arte, que es el departamento que construye y decora los sets de filmación. Yo le dije que nunca había trabajado en arte y que no sabía si podría hacerlo. Ella me dijo que era muy similar a coordinar locaciones. Y sin pensarlo más le dije que si.
En cuanto colgué el teléfono me arrepentí y aunque todavía no era un hecho, pensé en que debía idear una forma para zafarme y ya no trabajar en esa pelí. Ella me dijo que empezábamos en Agosto pero yo ya tenía otro proyecto en puerta con mi jefe de siempre en Sonora y este iba a comenzar en Septiembre. También era una película.
Paso el tiempo y después de trabajar casi sin descanso en el proyecto complicado y de que por fin me pagaron, supe que el proyecto de Sonora ya no se iba a hacer. Nunca le dije a Claudia que me bajaba del proyecto de Playa y ese seguía en pie.
Como ya no íbamos hacer la película de Sonora y a mi jefe y a mí y no nos llegaba otro proyecto, decidí ya no rechazar el proyecto de Claudia y si esa pelí si salía irme a trabajar con ella durante los dos meses y medio que me tenía contratada.
Ahora era el tiempo de decirle a mi jefe que me iba a otro proyecto sin él. Cuando por fin lo hice, por supuesto él se enojo pero al final pude convencerlo. Además no tenía un proyecto en puerta con él y yo necesitaba dinero.
Un día Claudia me habla y me dice que empiezo al finales de agosto y que voy a trabajar 14 semanas. Pero que sólo 9 voy a estar en Playa del Carmen.
Cuando llego el día de comenzar me sentía insegura, además de que no conocía a mi equipo, no sabía qué era lo que tenía que hacer. Pero después de dos semanas de trabajar en CDMX me fui adaptando y cuando llegue a Playa del Carmen ya me sentía más segura y ya le había agarrando la onda al trabajo y al proyecto.
Yo sabía que no era como lo que casi siempre hacía; no iba a salir y buscar las locaciones, si no que ahora me iba a tocar estar mucho tiempo en la oficina, pero me gusto la idea.
Lo que nunca me imagine es que iba a ser uno de los proyectos donde más iba a conocer lugares y no por trabajo sino por diversión. Porque hice tan buena química con Claudia, me lleve también con ella y con nuestro jefe el director de arte que más que trabajo me fui a vacacionar dos meses y medio y todo pagado.
La verdad considero que cada lugar que conocí y cada aventura que viví allí se merecen una publicación. Del proyecto del que no quería saber nada al principio y que estuve a punto de rechazarlo, se convirtió en uno de los más memorables que he hecho.
Agradezco a Dios por haberme permitido vivirlo y a Claudia por pensar en mí casi sin conocerme.