Las ciudades de Tulum y Playa del Carmen están muy cerca una de otra y yo en este proyecto tuve la oportunidad de conocer casi todas las playas y casi todos los sitios de interés que quedaban en medio.
Un año antes de hacer este proyecto, yo estuve trabajando en otro en la misma zona de la Riviera Maya. En aquella ocasión sólo fuimos 2 veces a Tulum y desgraciadamente llegamos muy tarde los dos domingos que fuimos.
Mi jefe de aquel proyecto ya no se quiso quedar y nos regresamos directo a nuestro hotel en Puerto aventuras. Recuerdo que me conto que Tulum estaba completamente diferente a como él lo había conocido 10 años atrás.
Ahora es mucho mas urbanizado y grande y lo malo de esto es que se han privatizado casi todas las playas, donde se han asentado diferentes cadenas de hoteles y sólo los clientes de estos hoteles tienen acceso a dichas playas.
Pero afortunadamente, cuando estuve en el proyecto de Jaguar con Claudia descubrí que no todas las playas pertenecen a los hoteles; hay algunas en donde si puedes entrar, obvio te cobran. Pero todos los que no estemos hospedados en los hoteles que hay a las orillas de las playas de Tulum, podemos entrar.
En algunos casos sólo tenemos que consumir en el restaurante y en otros casos si cobran el acceso y el consumo. A nosotros hace un año nos costo la entrada a la mayoría de las playas entre 100 y 200 pesos mexicanos que son entre 5 y 10 dólares. En el caso de los lugares donde sólo te cobraban el consumo era mas o menos lo mismo. Yo pague entre 150 y 250 pesos cada vez que comía en alguno de esos lugares.
En mi caso, como iba con Claudia que conoce muy bien la zona, nos íbamos a meter a los lugares donde era mas barato y rico, porque obviamente tuvimos que consumir.
Las playas de Tulum son una joya. El agua turquesa y la arena blanca hacen que a la vista sean espectaculares. La arena es tan suave que parece talco y no quema cuando caminas sobre ella. Lo único malo es que se te pega en todo el cuerpo y luego cuesta sacudírtela.
Lo único que ya no pude conocer fue un cenote. En alguna ocasión intentamos entrar a uno pero era demasiado caro y decidimos ir a otra playa. No todos mis compañeros estuvieron dispuestos a pagar un precio tan elevado. La mayoría cobraban mas de 500 pesos mexicanos. Ya un año antes había tenido la oportunidad de conocer Rio Secreto, un lugar que me encanto pero según algunos no era del todo natural.
Lo que puedo concluir de este lugar es que me gusto mucho. Lo calificaría con un 10 de no ser por los precios que sí están muy elevados en la mayoría de los lugares y los fines de semana obviamente todas las playas se llenan mucho.
Yo sólo podía ir los domingos que eran mis días libres y es cuando todo se atasca, pero igual lo disfrute.
Andante 
¡Hermosas playas! faltarías vos para que el paisaje sea completo…
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