Siempre que pensaba en España, pensaba en las ciudades de Madrid, Barcelona o Sevilla. Pero nunca había pensado en las maravillas naturales que tiene este país.
Yo estoy acostumbrada por mi trabajo, a visitar en México diferentes lugares con un ecosistema muy variado y con paisajes naturales increíbles. Y aunque sé que en otros países también puedo encontrar lugares alucinantes, creí que lo natural lo iba a encontrar en Asia, Centro América o Sur América. Por alguna razón siempre que pensaba en Europa, pensaba en ciudades.
Cuando hice este viaje, uno de los puntos a los que nos llevaron, fue uno de los lugares mas bonitos que he visto y no precisamente era una ciudad, ese lugar es Santuario de la Covadonga.
Recuerdo que iba subiendo al santuario para visitar a la gruta de la Virgen y fue alucinante ver esas montañas majestuosas de la que esta rodeado dicho santuario.
Cuando llegue arriba fui a ver a la “Virgen de la Covadonga”. No había mucha gente, así que eso me ayudo poder tener fotos más de cerca de la virgen.
Nos hablaron de Don Pelayo que fue el primer rey de Asturias y allí tiene una estatua.
Además pude ver la primera basílica rodeada por naturaleza, la Basílica de Santa María la Real de Covadonga.
Yo soy católica y me gustaría hacer un viaje religioso, pero aunque este lugar tiene una basílica y una virgen; lo más impresionante es la naturaleza que rodea a este lugar, sin duda creí en ese momento que Dios es naturaleza.




Cuando nos alejamos de Asturias, al primer lugar que nos llevaron fue al museo de Altamira.
No pudimos entrar a la verdadera cuevas, porque nos explicaron qué debido a que en un tiempo tuvo muchos visitantes las pinturas rupestres se estaban desgastando y los expertos temían que se dañaran.
Así que crearon un museo con una replica exacta para que los viajeros pudiéramos visitar y conocer la historia de las cuevas de Altamira y por supuesto de otros lugares en el mundo donde también se han encontrado otra pinturas rupestres.
Las pinturas rupestres de la cueva de Altamira se le conoce como la “Capilla sixtina» de las pinturas rupestres.
Desde niña, recuerdo que vi un documental acerca de esta cueva y siempre tuve la intención de visitarla, así que cuando vi que el lugar formaba parte del recorrido me emocione mucho, pero fue un poco decepcionante cuando sólo pude visitar el museo.
Y me gustó mucho el museo pero siempre había tenido la idea de que conocer los lugares originales suele ser más emocionante. Pero entiendo que es más importante preservar los legados que nos han dejado nuestros antepasados a lo largo de la humanidad.
Recuerdo que salimos de Altamira justo a tiempo, porque cuando nos íbamos subiendo al autobús iban llegando 3 autobuses con más visitantes. Así que creo que lo mejor es llegar temprano para poder disfrutar mas de lo que te ofrece el museo.



Por la tarde nos llevaron a Santillana del Mar, que es un pueblo ubicado en Cantabria muy cerca de la cueva de Altamira. Es considerado uno de los pueblos medievales más bonitos de España.
La guía del autobús nos comento que es uno de los lugares de mayor valor artístico – histórico de España y que le llaman “la villa de las tres mentiras”, por qué no es santa, ni llana, ni tiene mar.
Cuando caminaba por por sus calles empedradas me imagine cómo fue la vida en el pasado en ese lugar. Si las paredes de sus edificios hablaran, cuantas historias nos pudieran contar.
Yo creo que es lo que más me gusta de viajar, imaginar cómo ha sido la vida en aquellos lugares que visito.


