España y Portugal, un día de recorrido

Hace 4 años que viaje a Europa y aun los recuerdos me hacen revivir lo que disfrute y aprendí allá. Mi primer día, como lo conté en la publicación pasada llegue a Madrid, pero estaba un poco enferma de gripa y dolor de cabeza y al día siguiente mi salud no había mejorado. Me seguía sintiendo mal pero estaba en Europa por primera vez en mi vida y no me quería perder la experiencia que por tanto tiempo había querido vivir.

Me levante y espere a que llegaran por mi los del tour que había contratado. No tardaron mucho y me subieron a un autobús. Ya que yo viajaba sola, me dirigí a una fila de asientos vacíos del transporte pero ya cuando yo ya estaba instalada en mi asiento pegado a la ventana y mi mochila encima del asiento de alado, se subió una pareja de adultos mayores y como no encontraron dos lugares juntos donde sentarse, la guía del tour mencionó a los únicos pasajeros que viajábamos solos. Por su puesto nos pidieron que nos sentarnos juntos.

Así fue como conocí a “mi amigo colombiano” que la verdad no recuerdo su nombre, pero me cayo muy bien. Al principio él venía durmiendo. Claro me saludo y luego se durmió recargado en el asiento. A mí también me dio sueño pero no pude dormir y ya que venía del lado de la ventana decidí admirar el paisaje.

Llegamos a Ávila, no entramos a la ciudad sólo vimos la muralla y nos contaron un poco de su historia. El lugar exacto donde paramos fue en un lugar que se conoce como “Los cuatro postes”; es un lugar de peregrinaje religioso, se supone que de ese lugar Teresa de Jesús y su hermano planearon viajar a tierras de infieles para morir martirizados.

Allí sólo conocimos “Los cuatro postes” y vimos de lejos la Ciudad de Ávila, tomamos un refrigerio en una tienda que estaba justo en frente cruzando la carretera y continuamos a Ciudad Rodrigo.

Avila
Los cuatro postes

Cuando íbamos camino a dicha ciudad la guía nos iba contando acerca de la historia de Ciudad Rodrigo en portugués y español, ya que la mitad del autobús venían viajeros brasileños.

Nos contaron de un curioso museo dedicado a los escusados. El museo “del orinal” es un lugar donde se exhiben los diferentes recipientes que se han ocupado a lo largo de la historia de la región para que la gente haga “sus necesidades”. Me pareció chistoso este museo porque muestran la diferentes piezas artesanales que mas que recipientes para hacer “las necesidades” parecen recipientes de cocina, de hecho muchas de las piezas eran mas bonitas de las que tengo en mi cocina. Lastima que no nos permitieron tomar fotos.

También conocimos la plaza de La Ciudad, la iglesia principal y luego comimos. Yo volví a comer una tortilla española deliciosa y luego continuamos a Portugal. Cuando cruzamos de la frontera quise ver cómo era el límite ente España y Portugal y la verdad, aunque no nos detuvo ningún reten aduanal, si detuvieron al chofer para preguntarle algo. La guía dijo que todo estaba bien y continuamos.

Ciudad Rodrigo
Ciudad Rodrigo
Ciudad Rodrigo

Nos dirigimos a Oporto, cuando llegamos yo me sentía muy mal, me dolía todo el cuerpo y me moría de frío a la vez que estaba que el sol me quemaba ya que era un día bastante soleado.  No disfrute tanto ese día y la verdad ni puse mucha atención a lo que nos explicaba el guía. Un chico portugués que hablaba 4 idiomas según nos contó.

Mi segunda impresión de Portugal fue cuando entre a la ciudad de Oporto y vi a un costado de la carretera el río  Duero y los impresionantes puentes que cruzan el río. Luego llegamos al centro de la ciudad, allí nos dejaron una hora libre para ir de compras.

Oporto (foto sacada de mi Instagram @simancaslopez)

La verdad para ese momento pese a que me sentía mal me obligue de nuevo a bajar del autobús y comprar recuerdos para la familia y amigos.  Estando en centro nos reunieron para mostrarnos las fachadas típicas de la ciudad que le dan un toque especial a este lugar. También vimos la Catedral y la torre de los Clérigos, por su puesto no falto la visita al la librería Lello. De esta última nos contó el guía que nadie la visitaba hasta que corrió el rumor que en ella se inspiro JK Rowling para describir la escuela de Hogwarts. Aunque después leí que la misma autora lo negó.

Quise entrar a la librería pero había una fila enorme para entrar y elegí conocer los demás edificios antes mencionados. Hubiera querido entrar pero no me arrepiento porque así conocí un poco más de Oporto.

Libreria Lello
Oporto
Fachadas de Oporto

Al final del día llegamos al hotel. Fue el tiempo de despedirme de “mi amigo colombiano”.  Él seguía a Lisboa y yo iba a Braga.

Aunque sólo hablamos por un día aprendí y comprendí mas de Colombia y Perú que en todos los libros y documentales que he visto y leído. Y digo Perú porque él vivía allí (a lo mejor aun vive).

Si algún día lee esto, me encanto conocerlo. Y ojalá que algún día este en Colombia o Perú.

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2 comentarios sobre “España y Portugal, un día de recorrido

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